Cemetery Beach (Norma Editorial, 2020). Necesitamos héroes

Guillermo Guzmán
3 min readJun 13, 2020

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La lectura que hace Warren Ellis de la humanidad siempre es sugerente. Decadente pero sin dejarse derrotar del todo; es capaz de ver una pequeña luz en el momento más oscuro, ese en el que las personas somos mezquinas, egoístas y nos emborrachamos con la mínima porción de poder a la que tenemos acceso. Ese momento en que somos humanos.

En la magnífica edición que ECC hizo de Orbitador (Warren Ellis, Coleen Doran y Dave Stewart, 2003) en 2016, se incluye un epílogo escrito por Ellis en el que dice:

Este cómic habla de volver al espacio y de afrontar el miedo y la adversidad. Es un cómic sobre la gloria, sobre volver al espacio porque nos está esperando y porque es allí donde debemos estar. No podemos consentir que la exploración humana se convierta en historia.

Los vuelos tripulados siguen siendo experimentales y son muy peligrosos. Requieren mucha ingenuidad. Pero ya somos mayorcitos para hacer esas cosas. Madurar es difícil, pero no podemos seguir siendo niños que nos quedamos en la orilla o vemos la tele.

Existe la defensa de la no resignación en todo lo que Ellis escribe. En todo lo que yo he leído, al menos. Da la sensación de que sus atmósferas decadentes le sirven para mostrar un contraste que la acentúe todavía más, que la ponga en valor incluso en los momentos más terribles.

Cemetery Beach (Norma Editorial, 2020) recorre esos mismos caminos en un entorno evidentemente influenciado por Mad Max: Fury Road (George Miller, 2015). Una historia en la que es la huida la protagonista y sus protagonistas, accesorios. Jason Howard, que ya trabajó con Ellis en la muy recomendable Trees — editada, también, por Norma Editorial en España —, hace un trabajo brillante con la ilustración en una obra que te obliga a pasar páginas hasta que se terminan.

Hacer legible la acción a través de las viñetas es un reto que no lo quisiera para mí. Howard hace un uso muy inteligente de las proporciones, las dobles páginas y del espacio que Ellis le regala en una trama con los diálogos justos para cederle el protagonismo a la acción.

El escritor británico se ha encargado de perfilar un héroe absolutamente imperfecto. Su fijación por destruir todo arquetipo heroico es digno de estudio, y en este trabajo se encarga de dejar claro que sus protagonistas se dejan llevar por la ira y toman malas decisiones. Su redención no sirve de disculpa ni compensa sus pecados, pero simboliza esa luz de esperanza de la que hablaba antes.

Porque ahí está siempre esa necesidad de héroes, ese recordatorio permanente de que es precisamente en los momentos más críticos en los que la humanidad tiene que apostar por tomar los riesgos necesarios para no dejarnos caer en la oscuridad. En un mundo como el propuesto por Ellis en Cemetery Beach, donde el transhumanismo se ha casado con el capitalismo para retorcer la sociedad de clases hasta el extremo, hay espacio para que un canalla salde sus deudas morales y luche por algo más que por sí mismo.

Una edición muy cuidada por parte de Norma Editorial es la guinda para una lectura sencilla, divertidísima y que se hace imposible no leer del tirón. Es, además, una magnífica puerta de entrada al mundo de Warren Ellis, al que espero que no se le acabe la retranca ni la excéntrica necesidad de gritar al mundo que hay que salir ahí fuera a explorar el universo porque ya somos mayorcitos como para pensar que los problemas se resolverán solos.

Compré Cemetery Beach (Norma Editorial, 2020) en la librería GRANT de Madrid.

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Written by Guillermo Guzmán

Me dedico a contar cosas a la gente. Produzco podcast: Abro paréntesis y Otra Historia Verdadera. Aquí escribo solo para mí.

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